MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
BBVA ha decidido seguir adelante con su oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell a pesar de la condición impuesta por el Gobierno de mantener ambos bancos como independientes por un periodo de tres a cinco años, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este lunes.
Después de que Banco Sabadell decidiera vender TSB a Banco Santander y abonar un 'macrodividendo' de 2.500 millones de euros, algo refrendado por la junta general de accionistas, el banco tenía la opción de retirar la oferta, algo que finalmente no ha hecho.
"Una vez analizados los acuerdos adoptados y considerando la información disponible, BBVA ha decidido no desistir de la oferta por esta causa y, por lo tanto, la misma se mantiene vigente conforme a lo previsto en la normativa aplicable", ha señalado en el comunicado remitido a la CNMV.
"BBVA ha decidido seguir adelante y actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga, previsiblemente a principios de septiembre, la aprobación del folleto por parte de la CNMV", han indicado a Europa Press en fuentes de BBVA.
Con esto, el próximo paso en esta OPA, que lleva sobre la mesa 15 meses, es que se publique el folleto de la operación, algo que se producirá a principios de septiembre. Cinco días después de que se haga público el folleto se abrirá el periodo de aceptación.
Este periodo puede durar entre 15 y 70 días, según la normativa española aplicable. No obstante, como también interviene la legislación estadounidense, el periodo mínimo sería de 30 días. Sea cual sea el periodo que decide aplicar BBVA, posteriormente podría ampliarlo hasta llegar a ese máximo de 70 días.
En un principio, se barajó una fecha tentativa para aprobar el folleto de finales de julio, aunque se acabó emplazando a principios de septiembre para poder incorporar en el folleto los resultados semestrales de ambas entidades y el resultado de las juntas de Banco Sabadell.
En la rueda de prensa que celebró BBVA tras publicar sus cuentas semestrales, el consejero delegado del banco, Onur Genç, subrayó que el foco del banco estaba en la creación de valor. "Nuestro foco es la creación de valor. Invertimos capital sólo si tiene sentido desde esta óptica de creación de valor", aseguró.
De su lado, durante su intervención en las juntas generales celebradas el pasado 6 de agosto, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, reclamó que el folleto de la OPA debe decir si los accionistas de Banco Sabadell percibirán el 25% del valor del banco en dividendos y recompras, y si el porcentaje alcanzará el 40% hasta 2027.
"Con eso tendríamos un grandísimo avance, porque de momento esa información no existe y, por tanto, no es comparable", afirmó.
Precisamente cuando se publique el folleto de la oferta se conocerán los nuevos cálculos de BBVA con respecto a las sinergias de costes. La semana pasada, el banco explicó en un suplemento a su documento de registro universal que está llevando a cabo un proceso de revisión de las posibles sinergias de costes que podría alcanzar en los años que dure la condición impuesta por el Gobierno.
Entre los riesgos descritos figura la posibilidad de que, en caso de que la fusión no se completara "por cualquier motivo", podría dar lugar a la imposibilidad de materializar "gran parte" de los beneficios esperados de la oferta, incluidos los ahorros de costes y otras eficiencias operativas.
En los últimos meses, el presidente de BBVA, Carlos Torres, ha venido defendiendo que el banco lograría conseguir la mayoría de las sinergias incluso aunque no se produjera la fusión.
De su lado, desde Banco Sabadell se ha venido defendiendo que la imposición de mantener dos bancos independientes durante ese periodo de tres a cinco año reduciría a cero las sinergias.
Actualmente, de acuerdo con la cotización de ambos bancos y la ecuación de canje propuesta, la prima de la OPA es negativa en cerca de un 6%. Es decir, que de producirse hoy el canje, los accionistas de Banco Sabadell recibirían un 6% de valor menos por sus acciones, sumando el precio actual de los títulos de BBVA y el reparto en efectivo por dividendos pasados.