BRUSELAS 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha señalado este miércoles su compromiso a largo plazo con Turquía para ayudar a la reconstrucción del país tras el devastador terremoto del pasado 6 de febrero que se ha cobrado la vida de cerca de 45.000 personas en Turquía y Siria.
"La Comisión está lista para hacer todo lo que tenga en su mano para ayudar a la reconstrucción de casas, hospitales, guarderías y escuelas, de tal forma que la vida normal puede regresar a estas regiones. Esto llevará tiempo y será costoso pero ahora es clave que avancemos lo antes posible", ha asegurado el comisario de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, en rueda de prensa desde Ankara, donde se ha desplazado con el ministro sueco de Desarrollo Internacional, Johan Forssell.
"Haremos todo lo posible para ser rápidos, flexibles, relevantes y útiles en el terreno, lo más rápido que podamos", ha reiterado el responsable comunitario de Vecindad, quien ha reconocido que el viaje ha servido para "tomar conciencia del inmenso daño" provocado por el terremoto de hace dos semanas.
En este sentido, ha reconocido que la situación que atraviesa Turquía requiere de una "acción global" punto en el que ha señalado a la conferencia de donantes que organiza la UE en marzo para movilizar fondos en la comunidad internacional para ayudar a paliar las consecuencias de la catástrofe.
En dicha cita, Bruselas espera reunir a las agencias de Naciones Unidas, organizaciones financieras internacionales, asociaciones de la sociedad civil y a los Estados miembros de la UE que, según ha adelantado Varhelyi, anunciarán una donación "significativa".
MEJORA DE LAS RELACIONES CON TURQUÍA
Preguntado por si la cercanía entre la UE y Turquía por el terremoto puede llevar a una mejora general de las relaciones, ha asegurado que la visita de este miércoles junto al ministro sueco es un "testimonio" de las buenas relaciones que pretende tener Bruselas con "un amigo y aliado".
"Si de esto sale una relación y una amistad reforzada, bienvenida sea", ha añadido el comisario húngaro. El viaje llega tras el terremoto de hace dos semanas de 7,8 en la escala de Richter que causó enormes daños en Turquía y Siria y se han cobrado, hasta el momento, la vida de casi 45.000 personas, en lo que las autoridades turcas calificaron como el peor desastre en el último siglo.