MADRID 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Budapest, Gergely Karacsony, ha declarado este viernes en la oficina de la Policía de Hungría como sospechoso de organizar la marcha del Orgullo LGTBI en la ciudad húngara --prohibida por el Gobierno de Viktor Orbán-- y ha defendido la legalidad de la manifestación argumentando que era un evento local que quedaba fuera de la legislación sobre el derecho de reunión y que, por lo tanto, la Policía no podía prohibir el acto.
Karacsony --que ha acudido a la vista con una camiseta con los colores de la bandera LGTBI y un escudo de Budapest-- se ha negado a responder a las preguntas y únicamente ha enunciado una declaración defendiendo su inocencia y denunciando persecución política en el proceso.
"La sospecha es claramente infundada. La estimada autoridad investigadora está llevando a cabo este procedimiento penal por orden del Gobierno, por motivos políticos. Por eso, no responderé preguntas. Lucharé por mi derecho ante el tribunal. Lamento que, en lugar de ocuparme de sus asuntos reales, tenga que participar en esto", ha sostenido el regidor de la ciudad de húngara que ha publicado la declaración dictada ante la Policía en su cuenta de Facebook.
El pasado 28 de junio, decenas de miles de personas salieron a las calles de Budapest para reivindicar los derechos de las personas LGTBI tras la prohibición impuesta por el Gobierno húngaro bajo el amparo de las leyes anti LGTBI de protección de los menores.
El evento se convirtió así en un símbolo para la asociaciones por los derechos sexuales que resultó en una participación récord estimada de entre 35.000 y 40.000 personas, con participación de multitud de representantes internacionales.
El alcalde Karacsony animó a los ciudadanos a participar en la manifestación alegando que "no se puede prohibir la libertad y el amor" y defendiendo la no discriminación y la "diversidad" como valores propios de la ciudad.
"Los eventos de los gobiernos estatales y locales no están comprendidos en el ámbito de aplicación de la Ley del Derecho de Reunión", reza la declaración del representante municipal realizada este viernes ante la Policía.
Además del interrogatorio, el político húngaro fue fotografiado por los agentes para realizar una ficha policial.
"Todo sistema autoritario llega al extremo de intentar reprimir a quienes no están de acuerdo con él. La historia húngara ha presenciado interrogatorios similares. Estaré orgulloso cuando mis nietos lean este protocolo en una colección de documentos. Porque no será posible prohibir ni reprimir la libertad y el amor", concluye su testimonio.