MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha avisado de que el país no renunciará a su derecho a enriquecer uranio en un discurso pronunciado a pocas horas del comienzo en Omán de la cuarta ronda de conversaciones indirectas con Estados Unidos sobre su programa nuclear.
Araqchi, de visita previa en Doha, la capital de Qatar, ha reiterado por enésima vez que el programa nuclear de Irán no persigue la fabricación de un arma de destrucción masiva.
"Irán considera 'haram' (prohibido por la ley islámica) la adquisición y el uso de armas nucleares, pero al mismo tiempo insiste en su derecho a enriquecer uranio", ha indicado el ministro de Exteriores de Irán en su discurso, recogido por la agencia semioficial iraní Tasnim.
"No buscamos armas nucleares y no tienen cabida en la doctrina de defensa de Irán", insistió Araqchi, antes de pedir a Occidente que "evite aplicar un doble rasero" y permita al mismo tiempo que un "régimen genocida", en referencia a Israel, "acabe con un arsenal nuclear".
Expertos internacionales dan por seguro que Israel es una potencia nuclear desde hace décadas pero el Gobierno israelí siempre ha guardado absoluto mutismo sobre la cuestión.
Estas declaraciones chocan con la postura expresada esta semana por el negociador de EEUU, Steve Witkoff, quien ha indicado que el objetivo último de estas conversaciones es que Irán abandone "voluntariamente" su programa de enriquecimiento de uranio antes de avisar que el fracaso de las conversaciones desembocaría en una situación "que no sería buena en absoluto".
Cabe recordar que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha descartado recurrir a la vía militar contra Irán como último recurso para acabar con su programa nuclear, aunque el mandatario ha preferido decantarse primero por un esfuerzo dialogado.
Esta serie de contactos, bajo mediación omaní, son los primeros de este tipo desde la retirada de Washington en 2018 del histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Teherán y las potencias mundiales --todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania y la Unión Europea--.
Precisamente Trump acabó marchándose en su primer mandato de un acuerdo considerado como un logro de su predecesor, Barack Obama, tras asegurar que el pacto no estaba obteniendo resultados y que Irán estaba a punto de hacerse con un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos de Teherán.
Desde entonces, Irán se ha ido distanciando cada vez más de sus compromisos adquiridos con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Desde su regreso a la Casa Blanca, el magnate republicano ha vuelto a activar una amplia batería de sanciones contra Teherán, algo criticado por el Gobierno iraní.