PERÚ, 14 May (EUROPA PRESS)
El jefe del Ejecutivo peruano, Gustavo Adrianzén, anunció su dimisión al puesto de primer ministro el día de ayer, anticipándose a la deliberación y votación del Congreso sobre las cuatros mociones de censura presentadas en su contra. Las mociones fueron motivadas por los persistentes problemas de inseguridad en Perú. En su comunicación a Dina Boluarte, la presidenta del país, Adrianzén expresó: "Presidenta, pensando en los altos intereses de la patria, me asiste hoy el deber de presentar ante usted mi renuncia irrevocable al cargo de presidente del Consejo de Ministros".
Durante una conferencia de prensa que reportó el diario 'La República', el todavía funcionario defendió su gestión al frente del gobierno, subrayando su "gran sentido de responsabilidad y compromiso". Recordó también su compromiso contra la corrupción al asumir su función: "juramento de cumplir (sus) funciones sin cometer actos de corrupción".
Adrianzén mostró su optimismo hacia el futuro de la administración de Boluarte, manifestando su confianza en que se hará justicia y se reconocerá el esfuerzo de su gestión. "Auguro grandes éxitos en los meses que le resta de gestión a la presidenta en su gestión de gobierno. Seguro estoy que (...) se hará justicia y se reconocerá el esfuerzo que se hizo al atrevernos a gobernar el país en sus horas más difíciles", afirmó, agregando que confía en que "más temprano que tarde se sabrá que lo hicimos todo por Perú".
La decisión de renunciar de Adrianzén surge en el contexto de críticas al manejo de la inseguridad ciudadana bajo su gobierno. Su dimisión se aceleró particularmente tras la negación del secuestro y asesinato de trece personas a principios de mayo en una mina de oro en el norte del país, un evento que agudizó las cuestiones en torno a la seguridad y su gestión gubernamental.