MADRID 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El cambio de armario marca cada año la llegada de una nueva estación: con el frío toca guardar camisetas y vestidos ligeros para hacer sitio a los jerséis de lana y sudaderas más abrigadas. Es en este momento, al revisar qué prendas siguen en buen estado y cuáles conviene renovar, cuando muchos descubren que sus jerséis favoritos se han llenado de bolitas. Un problema muy común que tiene solución si antes de comprar sabes qué mirar en la etiqueta.
Las famosas bolitas que aparecen en la ropa tienen un nombre técnico: 'pilling.' Se trata de pequeñas fibras que se desprenden del tejido y quedan enredadas en la superficie, dando a la prenda un aspecto viejo y descuidado en poco tiempo. Este fenómeno, que suele aparecer en jerséis, sudaderas o prendas de punto, está considerado como un efecto no deseado en los tejidos, y la industria lo prevé desde la fase de diseño mediante la elección de fibras, la estructura de los hilos y los acabados adecuados.
Según explican desde Dabedan, especializada en textiles, el 'pilling' depende de factores como la naturaleza de las fibras, la torsión de los hilos o la densidad del tejido. Cuanto más resistentes y largas sean las fibras y más compacta la estructura del hilo, menor será la tendencia a que aparezcan estas bolitas que tanto molestan a la vista y al tacto.
QUÉ MIRAR EN LA ETIQUETA DEL JERSEY
La etiqueta de composición es la primera pista para saber si un jersey será más o menos propenso a llenarse de bolitas. Según explican desde Dabedan, la naturaleza de la fibra es determinante: las sintéticas, como el poliéster o el acrílico, tienden a formar más 'pilling' porque son más resistentes y flexibles, lo que facilita que migren a la superficie del tejido. En cambio, las fibras naturales como el algodón o la lana, especialmente cuando se trata de fibras largas y de buena calidad -como la de merino o el cashmere--, presentan menos riesgo.
Ahora bien, no solo cuenta la composición, también la forma en la que está confeccionada la prenda. Los hilos con mayor torsión mantienen las fibras más firmes, lo que reduce la posibilidad de que se desprendan y acaben formando bolitas. Por el contrario, un hilo con poca torsión deja fibras sueltas que se enredan con facilidad en la superficie.
El grosor del tejido es otro aspecto clave. Tal y como apuntan los expertos en tejidos Testex en su página web, los jerséis de lana gruesa y compacta resisten mucho mejor el desgaste que los modelos finos o ligeros. En este sentido, las telas más pesadas resultan más duraderas porque incorporan capas adicionales de fibra que actúan como protección frente a la fricción diaria.
CÓMO CUIDAR UN JERSEY PARA QUE DURE MÁS
Además de elegir bien en la tienda, el cuidado posterior es determinante. Un jersey de lana puede deteriorarse rápidamente si se lava de forma agresiva o se seca mal. Los expertos recomiendan lavarlo a mano o en programa delicado, con detergente específico para lana o prendas finas, y secarlo siempre en plano para que no se deforme.
También conviene evitar el roce excesivo con mochilas, abrigos de forro sintético u otras prendas que puedan desgastar el tejido. Y un último consejo: no usar el mismo jersey varios días seguidos. Dejarlo "descansar" ayuda a que las fibras recuperen su forma y se reduzca la aparición de 'pilling' con el paso del tiempo.