MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
¿Se pueden meter las almohadas en la lavadora o no? Es una de esas dudas domésticas que todos hemos tenido alguna vez. A veces salen perfectas y otras terminan apelmazadas, torcidas o completamente deformadas. ¿De qué depende?
La respuesta depende de dos factores clave: el material de la almohada, que determina si tolera o no un lavado completo, y un aspecto menos intuitivo que señalaba recientemente el ingeniero químico Diego Fernández en uno de sus vídeos divulgativos: no todas las lavadoras son adecuadas para lavar almohadas; hay un detalle del tambor que conviene revisar antes de decidir.
QUÉ ALMOHADAS NO DEBEN LAVARSE EN LA LAVADORA
Antes de mirar ciclos, detergentes o programas, lo primero es identificar de qué está hecha tu almohada, porque eso determina si puede mojarse completamente o si debe limpiarse de otra forma. Así:
Las almohadas de látex no deben meterse nunca en la lavadora. El material retiene demasiada humedad, tarda mucho en secar y puede deformarse o agrietarse. Los fabricantes recomiendan limpiarlas solo de forma superficial.
Tampoco deben lavarse en lavadora las almohadas viscoelásticas. La visco pierde su estructura interna al empaparse y puede desarrollar moho si no se seca correctamente. Lo mismo ocurre con las almohadas cuyo núcleo es de espuma, que tienden a romperse o cuartearse con el movimiento del tambor.
En todos estos casos, la limpieza debe hacerse solo en superficie, con un paño ligeramente humedecido en agua tibia y detergente suave, y un pulverizado de agua oxigenada si hay manchas amarillas.
LAS ALMOHADAS QUE SÍ PUEDEN LAVARSE
Las almohadas de microfibra, fibra hueca, rellenos sintéticos blandos y muchas de pluma o plumón (siempre que el fabricante lo autorice) suelen tolerar bien la lavadora. En estos modelos, el riesgo de deformación es menor, pero aun así conviene seguir un lavado suave.
EL DETALLE DEL TAMBOR QUE PUEDE ESTROPEARLAS
Más allá del material, el ingeniero químico Diego Fernández recordaba algo que mucha gente desconoce: no todas las lavadoras son adecuadas para lavar almohadas, incluso cuando estas sí lo son.
El problema está en el agitador central, una columna vertical con aspas que llevan algunas lavadoras de carga superior. Este sistema mueve la ropa mediante giros bruscos que pueden retorcer y deformar las almohadas. En España es poco habitual encontrar lavadoras con agitador, ya que la mayoría de hogares utiliza modelos de carga frontal que lavan de forma más suave. Aun así, algunos modelos antiguos o de gama económica de carga superior sí lo incorporan, y en esos casos es preferible no lavar las almohadas en su tambor para evitar deformaciones.
CÓMO LAVARLAS BIEN CUANDO SÍ SON APTAS
El ingeniero aconseja empezar con un remojo previo de una hora en agua caliente con percarbonato de sodio, un blanqueante muy eficaz contra las manchas amarillas. Después, se pueden lavar en la lavadora siempre que se introduzcan dos almohadas a la vez para equilibrar la carga, se use una pequeña cantidad de detergente líquido (sin suavizante) y se seleccione un ciclo delicado con centrifugado suave.
Para el secado, la opción ideal es la secadora con bolas de secado o peluches pequeños, que ayudan a recuperar el volumen. Si no se dispone de secadora, basta con dejarlas secar en horizontal, girándolas de vez en cuando para evitar que la humedad se acumule en un solo punto.
En cuanto a la frecuencia, las almohadas acumulan sudor, restos de piel, ácaros y humedad, aunque parezcan limpias. Por eso los expertos recomiendan lavarlas o limpiarlas dos veces al año como mínimo para mantenerlas en buen estado y evitar olores o alergias.